Todos los tipos de piel se merecen una especial atención frente al sol

El Sol

El sol es un dios fogoso: amigo o enemigo? Las consecuencias positivas o negativas de los rayos ultravioleta de la luz solar son un problema de dosis, cuya regulación es ya posible gracias a la cosmetología moderna.

Las distintas fotos protectoras permiten alcanzar el bronceado ideal sin poner en peligro la salud de nuestra piel. Empleados correctamente impiden lesiones y reducen el riesgo de padecer envejecimiento cutáneo o cáncer de piel, favorecen la salud y proporcionan una calidad de vida más agradable. En el mercado podemos encontrar una gran variedad de presentaciones ajustadas a nuestras necesidades.

El efecto del sol en la piel depende de:

• La cantidad de energía absorbida: UV-B UV-A IR.

• La profundidad de penetración.

Respuesta de la piel frente a la radiación solar

Fitzpatrick y Col (1979) propusieron la siguiente clasificación:

• Fototipo I - Se quema siempre y no se broncea nunca.
• Fototipo II - Se quema siempre y se broncea algunas veces.
• Fototipo III - Se quema algunas veces y broncea siempre.
• Fototipo IV - No se quema nunca y siempre se broncea.
• Fototipo V - Individuo con moderada pigmentación.
• Fototipo VI - Individuo con elevada pigmentación.

Normas de protección solar.

• En torno al mediodía, entre las 11 y las 16 horas.

No se exponga al sol directamente, ni incluso habiéndose aplicado un protector solar. Sobre todo para los fenotipos I, II y III y personas que han padecido cáncer de piel o presentan enfermedades que se agravan con el sol (vitíligo). Debe cumplirse en todos los ámbitos: diversión, actividades laborales (agricultores, construcción,..) o deportivas en recintos exteriores. Si la exposición es inevitable, utilizar indumentaria adecuada y filtros solares.

Protección Solar

• En día nublado: aunque el cielo esté cubierto, el 70--80% de los rayos UV llegan a la piel..

• En la nieve el reflejo de la radiación solar aumenta y, por tanto, sus efectos se multiplican.

• Extremar la precaución en zonas sensibles: cara, labios, cuello, cabeza, escote, senos, orejas. No permanecer tumbado, inmóvil, más de un cuarto de hora seguido. No dormir bajo el sol.

• Evitar el uso de productos que contengan alcohol como los perfumes, colonias, desodorantes, antes de la exposición solar, pueden causar manchas oscuras en la piel.

• Durante el embarazo, tras el parto o cuando se toman anticonceptivos orales u otros tratamientos hormonales: evitar la exposición al sol y usar productos de alta protección por el riesgo de melasmas.

• Compensar la pérdida de agua (sudor): conviene beber abundante cantidad de líquido. Después de tomar el sol, la piel está deteriorada (sequedad, cloro sal): conviene una ducha con agua y jabones pobres en tensioactivos o perfumes. Aplicar crema hidratante.

• Para prevenir el envejecimiento cutáneo: recomendable consumir fruta fresca, verdura y cereales con un alto nivel de fibra y antioxidantes, como el betacaroteno, evitar el tabaco y moderar el consumo de bebidas alcohólicas.

Indudablemente el sol promueve la síntesis de vitamina D, pero no se justifican exposiciones solares prolongadas con el fin de lograr supuestos beneficios en pacientes afectos de fracturas, artrosis, artritis, osteoporosis, etc. Las quemaduras solares son muy perjudiciales, sobre todo en la infancia y en ancianos, bronceado no es indicativo de "saludable“.
Fuentes: Cosmética para Farmacéuticos

Joana Bocobo
Farmacéutica.

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